Colombia peligra

El fútbol femenino podría sacudir todos los cimientos de la Federación Colombiana de arriba a abajo. La SIC presentó un pliego de cargos en contra de la entidad que dirige el fútbol colombiano y la Dimayor por las irregularidades en los contratos que han perjudicado la creación de una liga sostenible. Al igual que sucede ahora con el escándalo de España, el femenino podría suponer la causa de sentencia de una corporación que ha estado envuelta en polémicas en los últimos años.

La investigación que sujeta el pliego de cargos de la Superintendencia de Industria y Comercio es clara: desde la Federación y la Dimayor se han cometido cuatro graves actuaciones anticompetitivas que han ido en detrimento del desarrollo del fútbol femenino. Se refiere más exactamente a las irregularidades en los contratos de las jugadoras, la cartelización de estos, la negación a aceptar fondos del estado y la suscripción del contrato de Win Sports.

Dentro de este caso, que promete sacudir a toda la dirección del fútbol colombiano por las malas condiciones del femenino, tendría múltiples finales. Uno de ellos, el que llevaría a la intervención del Estado dentro de la Federación, sería el más catastrófico de ellos. En dado caso, la FIFA deja claro en su reglamento que puede llegar a excluir a una Federación ante la injerencia política.

Los artículos 14 y 15 de los estatutos de la Federación Internacional de Fútbol se refiere a esta situación en concreto: la entidad deportiva declara que todas las federaciones miembro están obligadas a administrar sus asuntos de forma independiente y procurar que no se produzca ninguna injerencia por parte de terceros.

Se especula con un paro desde los mismos equipos como protesta a las medidas que se consideran desmedidas posturas desde las autoridades gubernamentales con este negocio privado.

Incluso, se menciona que solicitarían intervención a la Fifa, para que haga respetar a su entidad afiliada (FCF) y a las que dependen de esta (Dimayor y Difútbol). (marca.com/co/)