El "Marajá"

 

Roberto Arrelucea en lo suyo, sacando un formidable patadón, en su etapa en el desaparecido Deportivo Sipesa, donde estuvo en 1992. Dueño de un formidable remate, este marcapunta y volante nacional se ganó, para siempre, el apelativo de "Marajá "porque en una Copa Libertadores jugando por Cristal, ante Rácing, reclamó un fallo del árbitro y no tuvo mejor manera de protestar que sentándose en la cancha, negándose a reanudar el partido.  A "Panadero" Díaz le dio mucha risa y le dijo "Roberto, estás hecho todo un marajá". Y así quedó la chapa. Arrelucea empezó en Ugarte de Puno en 1977 y luego paseó su calidad en Alianza Lima, Junín, Bolognesi, CNI, Cristal como está dicho, Boys, San Agustín y Municipal. Con la escoba colgó los botines en 1994.

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