Entrada la segunda semana del Mundial de Clubes, el clima de los Estados Unidos, atravesado por olas de calor, temperaturas altísimas y alertas de tormenta eléctrica, es el protagonista inesperado del torneo. Jugadores, entrenadores, hinchas y organizadores toman nota de cara a lo que será el año que viene el Mundial de selecciones, la Copa del Mundo que el país hospedará junto a México y Canadá. Una estadística: cinco de los 40 partidos que se llevan disputados tuvieron alguna demora relacionada con cuestiones climáticas. El último partido que sufrió el protocolo de tormenta eléctrica fue el protagonizado por Boca y Auckland City, de Nueva Zelanda, en Nashville. En simultáneo se disputaba en Charlotte el otro encuentro que definía el grupo C, entre Benfica (Portugal) y Bayern (Alemania). Mientras los futbolistas del equipo xeneize y del conjunto neocelandés permanecieron más de 40 minutos en los vestuarios hasta que la alerta meteorológica cesó, alemanes y portugueses siguieron jugand...